Para Circo Romano | Publicada el 4 de julio de 2017
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Fotos: Tama Fernández |
Por Andrés Birman
La banda tocó el jueves y el viernes en la sala de San Telmo. Con hits y sorpresas, anunciaron un nuevo show que los llevará a presentarse en teatros.
A las 21.30, la pista quedó a oscuras al tiempo que la voz de Pomelo -el célebre personaje de Diego Capusotto- sirvió de anticipo a lo que estaba por comenzar. Esta vez decidieron abrir con un tema tranquilo y que aparece poco en sus listas, “Flotar”. Inmediatamente, los acordes de “Murmullo” desataron el primer pogo de la velada. Fue entonces que Martín “Mono” Fabio (con gorra blanca de La Que Faltaba) habló por primera vez a los presentes: “Buenas noches, sean bienvenidos”, les dijo y les aconsejó que “cuiden sus pertenencias, porque siempre hay dos o tres que nos quieren cagar la fiesta”.
Luego sonaron “El albañil”, “El universal” y “Roban y nadie grita”, canción a la que el carismático cantante introdujo remarcando que “la compusimos en 2001 y hoy suena muy actual. Están pasando cosas importantes que a los medios no les interesan, como la represión del miércoles a la tarde”. Pero también tuvo tiempo para bromear: “La vamos a hacer corta hoy, me tengo que ir al casamiento de Messi”.
Lo que siguió fue uno de los mejores momentos del recital, el guitarrista Miguel De Luna Campos se encargó de las voces de uno de los tapados de Botánika (2002), “Sol”, que inundó de reggae el lugar.
La primera de la más reciente producción fue “Descarte” y ahí llegó el anuncio de lo que se viene; “un nuevo espectáculo para que nos vean sentados. No lo hicimos nunca en 21 años, pero les prometemos que no va a ser un embole”.
El bloque más rockero del concierto trajo buenas interpretaciones de “Labios”, “Demasiado” -con Tobías Fabio, hijo del Mono, en guitarra- y “En el camino”. Antes de “Miami” (Un asado en Abbey Road, 1999), el grupo que completan Claudio Maffia (batería), Javier Manera (bajo) y Mariano Arjones (teclado) incluyó un fragmento de “Never let me down again”, de Depeche Mode. La canción fue interpretada por el vocalista enfundado en una remera con la imagen de Ricardo Fort y la leyenda “Maiameee”. Al culminar, levantó la mirada “en el nombre del padre, del hijo y del comandante”.
La euforia desde el campo empujó a los músicos a incluir algunas estrofas de “Locos”, seguidas de “Jefe Max” y su versión del hit de Luis Fonsi, “Despacito”.
La primera parte llegó a su fin con “Juntos” (Bianca Maffia sumó su voz), “El bailarín asesino” y “Rock”. Antes de dejar la escena, guitarrista y cantante se dieron un “piquito” y provocaron una ovación.
El Mono, que en la semana se cruzó a través de las redes sociales con Moria Casán, escuchó los cánticos alusivos de la gente y con una sonrisa exclamó: “El mundo de fantasía no me interesa, no quiero entrar ahí”.
Tras un breve intervalo, “Motormúsica” inició la parte final, que continuó con “Misamigos”, “La crudita” y “No me sueltes”. Todo indicaba que el show terminaba, pero decidieron tocar dos canciones que no estaban en la lista: “Ramón” y “Desearía”.
El adiós, como siempre, fue marcado por “El mono relojero”, aquel éxito que encendió la carrera de Kapanga cuando se apagaba la década del 90.
Con varios clásicos y algunas sorpresas, despidieron un ciclo importante y anunciaron un cambio de formato. En los próximos meses prepararán un set diferente que los llevará por distintos teatros y permitirá disfrutarlos de otra manera. Ellos se encargaron de afirmar que igual habrá fiesta y diversión. Más de dos décadas los avalan. Parece difícil esperar lo contrario.
Link a la nota> https://www.facebook.com/notes/circo-romano/kapanga-despidi%C3%B3-motorm%C3%BAsica-en-la-trastienda/791341274374826/
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