Para ElAcople.com | Publicada el 12 de diciembre de 2016
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Una de las bandas con mayor proyección llegó a Palermo y repasó sus dos discos. El show contó con tres grupos de adolescentes como invitados.
Son las 23.10 del sábado 10 de diciembre. El público permanece en Groove mientras el personal de seguridad lo invita a acercarse a la salida. Los presentes cantan, saltan y agitan banderas.
Minutos antes, la banda revelación de 2016 despidió el mejor de sus jóvenes tres años. Lo hicieron con Sin señal, Cosmopolis y Escalópez -grupos con integrantes sub 15- como teloneros. Además, recolectaron donaciones para familias de la ciudad que los vio nacer, La Plata.
Una de las bandas con mayor proyección llegó a Palermo y repasó sus dos discos. El show contó con tres grupos de adolescentes como invitados.
Son las 23.10 del sábado 10 de diciembre. El público permanece en Groove mientras el personal de seguridad lo invita a acercarse a la salida. Los presentes cantan, saltan y agitan banderas.
Minutos antes, la banda revelación de 2016 despidió el mejor de sus jóvenes tres años. Lo hicieron con Sin señal, Cosmopolis y Escalópez -grupos con integrantes sub 15- como teloneros. Además, recolectaron donaciones para familias de la ciudad que los vio nacer, La Plata.
Bien adelante en el campo, flameaban banderas de Claypole, Rosario, Monserrat, Berisso y Ciudad Evita. Así lo harían durante todo el concierto, que comenzó 20 minutos después de las 21. Sueño de Pescado salió a escena con “Venganza primavera”, “Buscan” y “Dejarlas sangrar”. Inmediatamente, el vocalista Manuel Rodríguez les agradeció a quienes llegaron temprano: “Es importante dar el espacio a las bandas. Estamos acá para cambiar la historia desde nuestro humilde lugar. Para eso está el rocanrol”, dijo. Entre aplausos y ovación generales llegó el turno de “Ladran Sancho” y “Tango del alma”, con el anuncio de “un montón de cambios” para el futuro.
El primer bloque del show también incluyó “Paso en falso”, “Stoned”, “Mi cielo te dejé”, “Carcelero” (de los mejores pasajes de su nuevo disco, “Siglo pánico”), “Cámara oculta”, “Barcos hundidos” y “Revancha”. Fue entonces que, ante algunas complicaciones de sonido, Manu pidió interrumpir para “arreglar el quilombo que hay acá arriba”.
El regreso fue con una de sus canciones más tranquilas, “Pude”. Luego de “Maquinado” invitaron a Fermín y Manuel López de Escalópez para tocar “Probaste un buen dolor”. Emocionado, el cantante señaló que “nada de lo que hacemos es por nosotros, sino por lo que va a venir el día de mañana”. Luego, leyó los volantes de otras bandas que llegaban hasta el escenario.
El tramo final fue el más festejado de la noche: “Rock sin vuelo”, “Los años ligeros” y “Todo se va”.
El tramo final fue el más festejado de la noche: “Rock sin vuelo”, “Los años ligeros” y “Todo se va”.
Mientras músicos y asistentes se despedían agradecidos, el líder habló por última vez: “Gracias por este año a ustedes, que nos siguen a todos lados. Nos esperan Mar del Plata, Baradero, el mundo” y anticipó que “el 2017 será nuestro”.
El ascenso de esta banda -que dos semanas atrás llenó el Estadio Atenas- tal vez radique en sus letras directas. Sueño de Pescado sabe comunicar el mensaje que quiere dar y los espectadores toman como propias canciones que corean durante todo el recital. El próximo año seguramente continúe el despegue de uno de los grupos con mayor proyección del rock argentino. En el camino por recorrer no aparece un techo a simple vista.
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